Zoila y yo estabamos pensando que una de las tradiciones más populares y alegres de nuestro país son los carnavales.
Esta costumbre probablemente heredada de Europa se entremezcla con las vivencias del mundo andino, con las tradiciones de la costa y de la selva. El carnaval es una fiesta mágica en la cual lo natural y sobrenatural se unen, lo religioso y lo terrenal y lo cósmico y en cada uno de nuestros pueblos adquiere diferente expresión.
Lima celebraba carnavales desde tiempos muy remotos. Desde los turbulentos años veinte, ya había pomposos bailes de disfraces, y carros alegóricos en las calles, ocupados por reinas de belleza.
Lima gozaba de un carnaval lleno de esplendor y brillos, con carros alegóricos y bailes públicos en el Malecón de Barranco y otros malecones al borde de las playas, lo cual aún hoy recuerdan nuestros padres y abuelos. Estas celebraciones públicas fueron poco a poco desapareciendo.
Lima celebraba carnavales desde tiempos muy remotos. Desde los turbulentos años veinte, ya había pomposos bailes de disfraces, y carros alegóricos en las calles, ocupados por reinas de belleza.
También son muy populares en Lima los saraos y luaos, sobre todo en los clubes de playa. Y, aunque a veces escasea el agua, se continua usando chisguetes de agua y los temidos globos de agua. Todavía hoy los transeúntes pueden ser víctimas de un globazo o baldazo en las calles o desde las azoteas, ante lo cual no hay amenaza que valga. Al mal tiempo buena cara, a la víctima solo le queda reirse, pues nada se gana amargándose. Otra costumbre más práctica, es la de bañar a "manguerazos" a la gente que pasa. Y en los ómnibus o microbuses, cada paradero es motivo para que una lluvia de globos de agua o baldazos empape a los pasajeros, quienes se ven obligados, a cerrar las ventanas de los carros, en pleno calor de febrero. Eso era de rigor, todos los domingos de febrero, lo cual últimamente, quedó reducido al último domingo de febrero. |
Lima gozaba de un carnaval lleno de esplendor y brillos, con carros alegóricos y bailes públicos en el Malecón de Barranco y otros malecones al borde de las playas, lo cual aún hoy recuerdan nuestros padres y abuelos. Estas celebraciones públicas fueron poco a poco desapareciendo.
Por ejemplo, en nuestro distrito de Chorrillos los festejamos entre todos los vecinos con guerra de agua con pintura y al final hacen una fiesta.
Veamos un vídeo que encontramos en YouTube.
Hay muchos que critican los carnavales y por eso queremos hacerles preguntas ¿Tradición o gasto innecesario de agua? ¿Por qué?